Realizados los dos últimos cuadros, estaba bastante satisfecha con el trabajo que había hecho, no así con el primero.
Me gustaba la composición, pero la técnica con la que lo realicé no le sacaba todo el partido posible...
A pesar de ello, quizá había algunas cosas que aún podía solucionar.
1. Lo primero, necesitaba que el marco y el pecho destacaran más. Eran los protagonistas y tenían que lucir. Puede que con unas pinceladas más sueltas que los diferencien del resto del cuadro llamen más la atención. Más contraste en el borde izquierdo del marco, para que no quede tan plano.
2. La pierna falla. Demasiada luz quizás, o demasiada gordura...
3. Ya que había eliminado la silla, ahora el espacio quedaba muy vacío. Tenía que intentar destacar un poco más la puerta, pero no demasiado para que no llamara mucho la atención.
A parte de esto, había zonas que quedaban bastante bien.
-La cabeza de la mujer casi se mezcla con la pared; tiene arrastres y no queda como una masa de pelo.
-La mano que sujeta el marco destaca, ayuda a resaltar lo que importa en el cuadro.
-Respecto al fondo, tanto la pared como el halo de luz que se proyecta en el suelo tenían una pincelada muy característica.
-Por último, la rodilla de la pierna que está delante, está bien insinuada con sombras y luces tenues.
Comparando los diferentes puntos, he decidido arreglar lo que no me convence, y éste es el resultado.
Cuadro final.
Bastidor de madera cuarenta-figura con temple acrílico.
A continuación, dejo algunas imágenes-detalle del cuadro definitivo.
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